Lleva la triple corona, y está sentado entre dos pilares, pero no son las del templo que está protegido por la Gran Sacerdotisa. En su mano izquierda sostiene un cetro que termina en la cruz triple, y con su mano derecha da el signo eclesiástico conocido como de esoterismo, distinguiendo entre la parte manifiesta y oculta de la doctrina. Es de destacar a este respecto que la Suma Sacerdotisa hace ninguna señal. A sus pies están las llaves cruzadas, y dos ministros sacerdotales se arrodillan ante él. Ha sido generalmente llamado el Papa, que es una aplicación particular de la oficina más general que simboliza. Él es el poder gobernante de la religión externa, como la Sacerdotisa es el genio predominante del poder esotérico, retirada. Los significados propios de esta carta se han mezclado por casi todas las manos. El Gran Oriente dice realmente que el Hierofante es el poder de las llaves, la doctrina ortodoxa exotérica, y el lado externo de la vida que conduce a la doctrina; pero ciertamente no es el príncipe de la doctrina oculta, como otro comentarista ha sugerido.
Es más bien la summa totius theologiæ, cuando se ha pasado a la mayor rigidez de expresión; pero también simboliza todas las cosas que son justas y sagradas en el lado manifiesto. Como tal, él es el canal de la gracia que pertenece al mundo de la institución, a diferencia de la de la naturaleza, y él es el líder de la salvación de la raza humana en general. Él es el orden y la cabeza de la jerarquía reconocida, que es el reflejo de la otra en un mayor orden jerárquico; pero puede ocurrir que el pontífice se olvide de la importancia de este, su estado simbólico y actúe como si él contuviera dentro de sus medidas adecuadas todo lo que su signo significa o su símbolo pretende mostras. No lo es, como se ha pensado, la filosofía, excepto en la parte teológica; El no es inspiración; y él no es la religión, a pesar de que es un modo de su expresión.