Él tiene la forma de la cruz ansata como cetro y un globo en su mano izquierda. Es un monarca coronado - mandando, majestuoso, sentado en un trono, los brazos de trono adornados por cabezas de carnero. Él es ejecución y realización, el poder de este mundo, aquí vestido con el más alto de sus atributos naturales. Está a veces representado como sentado en una piedra cúbica, que, sin embargo, confunde algunos de los temas. Él es el poder viril, a la que responde la emperatriz, y en este sentido es el que busca quitar el velo de Isis; sin embargo, ella sigue siendo virgo intacta.
Se debe entender que esta carta y la de la Emperatriz no representan precisamente la condición de la vida conyugal, aunque esté implícita. En la superficie, como ya he indicado, indican la realeza mundana, montada en los asientos de los poderosos; pero sobre esto se sugiere de otra presencia. Significan también - y sobre todo la figura masculina - la realeza mayor, ocupando el trono intelectual. Es el señorío de pensamiento más que del mundo animal. Ambas personalidades, a su modo, son "llena de experiencia extraña", pero la suya no es conscientemente la sabiduría que se viene de un mundo superior. El emperador ha sido descrito como (a) voluntad en su forma encarnada, pero esta es sólo una de sus aplicaciones, y (b) como una expresión de virtualidades contenidas en el Ser Absoluto - pero esto es fantasía.